¿Tu bebé va a ir a la guardería? ¡Cuida su salud intestinal!
por Floratil | 23 febrero, 2021 | 0 comentariosUna de las preocupaciones más grandes de los padres cuando su bebé está por ingresar a la guardería es sin duda la salud de su pequeño, ya que es bien sabido que por más que se tenga cuidado y se implementen rigurosas medidas de higiene, los contagios entre los pequeños estarán a la orden del día.
Si has decidido que tu mejor opción y la de tu bebé es la guardería, debes prepararte ya que, si bien estos lugares te ayudarán a formar un niño con hábitos y horarios, más sociable, independiente y despierto, también son sitios donde los pequeños suelen presentar infecciones de vías respiratorias altas e infecciones gastrointestinales con cierta regularidad. Estas enfermedades se deben al contacto físico constante entre los pequeños, el uso común de juguetes que pasan de las manos a la boca y al intercambio de fluidos.
Entre las más comunes podemos mencionar:
- Gripe: Es la más común y se presenta con constante fluido nasal líquido (mocos), la temperatura no sube más más de 38.3 °C generalmente y malestar corporal. Aproximadamente dura de tres a cuatro días y no requiere la administración de antibióticos pues más de 95% son causadas por virus.
- Faringitis: Se deriva de la gripe al presentarse alguna complicación, el bebé presenta infección en vías respiratorias altas, constante fluido nasal espeso y verdoso, dolor o ardor en garganta, tos, malestar general y fiebre superior a los 3 °C. Generalmente son consecuencia de una gripe viral sobre infectada con una bacteria, motivo por el cual es probable que el doctor prescriba un antibiótico.
- Infección gastrointestinal: Se caracteriza por deposiciones líquidas y frecuentes, acompañadas de fiebre de más de3 °C y en ocasiones vómito, deshidratación y pérdida de apetito. Más del 90% son virales, por lo que la mayoría no requiere de la administración de antibióticos.
Prevenir y minimizar riesgos
Aunque en estos centros y estancias las medidas de higiene suelen ser las adecuadas, es prácticamente imposible evitar los contagios. Debes tomar en cuenta que por más que los responsables de la guardería de tu elección tengan cuidado, los pequeños van a encontrar la manera de “invitar” a los otros de sus gérmenes, ya sea compartiendo un alimento o la textura de un juguete o abrazándose, la interacción se dará naturalmente.
Sin embargo, puedes disminuir el riesgo si la salud de la Microbiota Intestinal de tu bebé está sana, equilibrada y variada, a este estado se le conoce como eubiosis. Recordemos que algunas de las funciones de la Microbiota Intestinal son: proteger al organismo de gérmenes patógenos, regular el tránsito intestinal, promover la circulación enterohepática, además de fermentar los carbohidratos no digeridos, producir vitaminas, factores de crecimiento y la maduración del sistema inmunitario, entre muchas otras funciones protectoras no sólo para el tracto intestinal, sino para el organismo en general.
Una de las formas de mantener la Microbiota Intestinal en estado de “eubiosis” es mediante la alimentación que proporcionas a tu bebé, principalmente en los primeros meses de vida, lo ideal es la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida ya que dentro de sus millones de propiedades maravillosas, es ésta la fuente primaria de probióticos para el adecuado desarrollo de la salud intestinal de tu pequeño.
Para los más grandecitos, incorporar una dieta variada (de acuerdo a su edad) y rica en fuentes de fibra natural, como frutas y verdudas, es la mejor recomendación para fortalecer y “alimentar” a su Microbiota Intestinal.
Lectura recomendada: ¿Dónde se encuentran los probióticos?
Beneficios de los probióticos para el bebé
Como ya mencionamos, la fuente primaria es la leche materna, pero si tu bebé tiene más de 6 meses, también puedes echar mano de los alimentos fermentados, principalmente el yoghurt y otros alimentos fermentados aptos para cada edad, así como productos lácteos adicionados con prebióticos.
Es altamente probable que, durante su permanencia en una estancia infantil o guardería, tu pequeño desarrolle uno o varios episodios de enfermedades infecciosas y el pediatra le prescriba tratamiento con antibióticos. En estos casos, te sugerimos que solicites a su pediatra que le indique un probiótico en presentación farmacéutica, para proteger y restaurar su Microbiota Intestinal durante y después del tratamiento antibiótico.
Con esta sencilla acción, no sólo prevendrás la aparición de la Diarrea Asociada al uso de Antibióticos (con los inconvenientes que esto conlleva); sino que además le ayudará a restaurar la calidad y cantidad de la microbiota perdida por la acción de los antibióticos. Una microbiota desequilibrada o en estado de disbiosis lo deja vulnerable a la exposición de gérmenes patógenos y la adquisición de nuevas infecciones.
El ingreso a la guardería es sin duda un gran paso, no temas a los contagios, prepara a tu bebé y disfruta esta etapa llena de descubrimientos.
También puede interesarte: ¿Todos los probióticos son iguales? Una guía para elegir el mejor.