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Microbiota Intestinal: El Universo que llevamos Dentro

por Floratil | 18 febrero, 2021 | 0 comentarios
This composite image shows the distribution of dark matter, galaxies, and hot gas in the core of the merging galaxy cluster Abell 520.  Data from Chandra (green) show the hot gas in the clusters and provides evidence that a collision took place. Optical data from Hubble and the Canada-France-Hawaii Telescope in Hawaii are shown in red, green, and blue.  Starlight from galaxies within the clusters, which has been smoothed to show the location of most of the galaxies, is colored orange. Confirming a previous observation, this result reveals that a clump of dark matter resides near most of the hot gas, where very few galaxies are found.

Imagina un planeta poblado por billones de seres vivos pertenecientes a miles de especies y subespecies, viviendo en total equilibrio y armonía. Este equilibrio y armonía están determinados por factores como: diversidad de las especies, cantidad de cada una y su correcta distribución en los sitios donde habitan, entre otros.

En biología, a estos esquemas de convivencia entre especies se les denomina “ecosistemas”, que son definidos como “el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre ellas y con su ambiente; mediante procesos como la depredación, el parasitismo, la competencia y la simbiosis, y con su ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo de energía y de nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos, plantas y animales dependen unas de otras”.

Pues bien, todo este sofisticado proceso también ocurre al interior de tu intestino. Ahí reside un complejo ecosistema compuesto por 100 billones de bacterias pertenecientes a unas mil especies bacterianas distintas, viviendo en equilibrio y armonía.

Entre las familias bacterianas dominantes se encuentran: los Firmicutes y los Bacteroidetes, pero también residen otras familias como Actinobacterias, Proteobacterias, Verrucomicrobios, Fusobacterias y Cyanobacterias.

Además de bacterias, en la microbiota intestinal conviven: virus, levaduras, hongos y arqueas (microorganismos unicelulares), todos ellos coexistiendo en armonía, en cantidades específicas y controladas, y desempeñando funciones precisas: todo un universo auto-regulado.

Ya dijimos que parte de la sana convivencia que caracteriza a los ecosistemas equilibrados tiene que ver con la distribución de sus habitantes. En tu microbiota sucede lo mismo: no todo el tracto intestinal está colonizado por la misma cantidad y especies de microorganismos.

Si trazáramos un camino desde el estómago hasta el recto, encontraríamos que la concentración de microorganismos incrementa a medida que avanzamos por el tracto gastrointestinal. Además de la cantidad, el tipo de microorganismos también cambia en cada tramo, desempeñando determinadas funciones.

Es de vital importancia conservar el orden, equilibrio y control dentro de este gran ecosistema intestinal, a fin de que desempeñe sus funciones de forma adecuada. A este estado de armonía se le conoce como “eubiosis”.

En cambio, cuando ocurre una alteración, ya sea por sobrepoblación de algunos residentes o déficit de otros, causando un desequilibrio, ocurre un fenómeno llamado “disbiosis”, que resulta perjudicial para la salud humana en varios ámbitos.

Estamos seguros que después de conocer el detalle de este impresionante universo que habita en tu intestino, estarás más interesado en cuidar tu microbiota intestinal y preservar su equilibrio. De ello depende que desempeñe funciones sorprendentes a nivel metabólico, sistémico y cerebral.