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¿Qué hacer y qué no hacer cuando tomas antibióticos?

por Floratil | 23 febrero, 2021 | 0 comentarios

En ocasiones es imposible evitar el consumo de antibióticos. Aunque en la mayoría de los casos nuestro sistema inmunitario nos defiende ante la presencia amenazante de un agente infeccioso, a veces se desarrollan infecciones bacterianas que hacen necesaria la prescripción de medicamentos antibióticos.
Hay que recordar que únicamente los médicos están facultados para prescribir tratamientos antibióticos en las dosis necesarias de acuerdo con cada caso, y que la automedicación conlleva más riesgos que beneficios.

Si ya es inminente que vas a tomar antibióticos para erradicar alguna infección diagnosticada por un médico, debes saber que, durante ese periodo, tu organismo responderá de manera diferente a ciertos factores o actividades que en la vida cotidiana resultarían inofensivos o pasarían desapercibidos.

Aunque todos los medicamentos aprobados por las instancias gubernamentales de cada país cumplen con los rigurosos estándares de seguridad y eficacia exigidos para su comercialización, es conveniente saber que el consumo de medicamentos puede generar ciertas reacciones en el organismo.

Con el objetivo de facilitar y favorecer tu tránsito por el tratamiento antibiótico, te ofrecemos una sencilla guía de los “sí” y los “no” cuando estés tomando este tipo de medicamentos:

  • Evita la automedicación. Sólo los médicos están capacitados para diagnosticar y tratar una infección bacteriana.
  • Ante la presencia de infecciones virales (como la gripe), no consumas antibióticos. Estos medicamentos no combaten infecciones de origen viral ni otras como las producidas por hongos.
  • Ten presente que los antibióticos combaten únicamente infecciones bacterianas. Si los consumes sin necesidad, también estarán atacando a las bacterias benéficas que habitan en tu organismo.
  • Pregunta a tu médico acerca de las posibles interacciones que pudiera presentar el antibiótico prescrito, sobre todo si consumes otros medicamentos. Toma en cuenta que algunos alimentos también interfieren con el efecto de los antibióticos.
  • Toma los antibióticos exactamente como te los recetaron: en los horarios y los días indicados por el profesional de la salud.
  • Aunque sientas mejoría o disminución de los síntomas, completa siempre los días de tratamiento. Interrumpirlo sin causa o sin una indicación del médico podría generar resistencias bacterianas.
  • Pregunta al médico sobre los posibles efectos secundarios que podrías presentar durante el tratamiento.
  • Evita tomar bebidas alcohólicas durante el tratamiento. Algunas combinaciones pueden causar reacciones secundarias graves o limitar su eficacia. Incluso se dice que algunos antigripales y enjuagues bucales que contienen alcohol pueden producir un efecto desfavorable al combinarse con antibióticos.
  • Algunos antibióticos pueden hacer que tu piel sea más sensible a la radiación solar, este efecto se conoce como “fotosensibilidad”. Infórmate al respecto y evita exponerte al sol si es el caso.
  • Al tomar antibióticos, también mueren las bacterias buenas que habitan en tu Microbiota Intestinal. Siempre que te receten antibióticos solicita a tu médico que también te prescriba un probiótico con la finalidad de evitar que tu Microbiota Intestinal resulte afectada por su consumo, e incluso reducir el riesgo de desarrollar Diarrea asociada al uso de Antibióticos, condición que llega a presentarse hasta en el 30 por ciento de los pacientes bajo tratamiento antibiótico.
  • Una clave importante para elegir un próbiotico que cuide el equilibrio de tu microbiota y que no resulte afectado por la acción de los antibióticos, es que esté elaborado a base de levadura, ya que estos microorganismos resisten el ataque que los antibióticos ejercen sobre las bacterias (tanto las nocivas como las benéficas).

Con estas sencillas observaciones no sólo aligerarás los días de tratamiento antibiótico, sino que también optimizarás su efecto en tu organismo, haciéndolo favorable para tu salud en general.