Microbiota Intestinal y Covid-19 ¿Existe una relación?

Este 2020 atravesamos tiempos difíciles en cuestión de salud: una la pandemia azota al mundo por causa del Covid-19, lo que nos mantiene en un permanente estado de estrés; más aún porque es poco lo que la ciencia ha descubierto y mucho lo que tiene por descifrar acerca de este nuevo virus.

Seguramente has escuchado constantemente que los síntomas más comunes son:

• Dolor de cabeza.
• Fiebre, más de 38.5°.
• Dolor muscular.
• Tos seca.
• Dificultad para respirar.
• Pérdida del gusto y el olfato.
• Problemas gastrointestinales.

Los problemas gastrointestinales son quizás uno de los síntomas de los que menos se ha hablado y al parecer de algunos científicos están entre las primeras manifestaciones de la enfermedad, sobre todo en los niños. Sin embargo, como no todos los pacientes los presentan y además es fácil confundirlos con otros padecimientos (como indigestión, infecciones y estrés, entre otras) se ha preferido poner énfasis en aquellos síntomas en los que hay mayor seguridad de un diagnóstico certero.

No obstante, hay evidencia de que los pacientes que dan positivo a Covid-19 también presentan síntomas como diarrea, inflamación y dolor abdominal, vómito y falta de apetito, sobre todo los más graves, mientras que los que sólo experimentaron síntomas leves de la enfermedad no presentaron casi ningún síntoma estomacal, lo que lleva a pensar que el sistema gastrointestinal juega un papel importante en el desarrollo del padecimiento.

Incluso, un estudio arrojó datos de la disbiosis o desequilibrio de la Microbiota Intestinal (antes llamada Flora Intestinal) en pacientes mayores de 65 años, lo cual puede ser normal por la edad, pero hace pensar que por la estrecha relación del sistema respiratorio y el gastrointestinal (cercanía del esófago con la tráquea) la enfermedad puede moverse libremente entre ambos.

Por lo tanto, no está de más poner mayor atención en tu salud intestinal para evitar o reducir la aparición de molestias que te lleven a angustiarte y pensar que tienes algo más o a ignorar un síntoma importante, cuya atención a tiempo puede salvar tu vida o la de alguien más.

Como ya sabes, contar con una Microbiota intestinal sana y equilibrada —un estado llamado «eubiosis»—, te permite tener un sistema inmunológico más fuerte para hacer frente a enfermedades infecciosas y tener una mejoría más rápida; por ello es muy importante que, aunque no tengas síntomas de Covid-19, fortalezcas tu sistema gastrointestinal para que tus defensas no bajen la guardia.

¿Cómo fortalecer la Microbiota intestinal?
Primeramente, debes mejorar tus hábitos alimenticios, ya que los microorganismos que viven en nuestro sistema pueden verse afectados en calidad y cantidad por alimentos altos en grasa, carbohidratos, azúcares y alimentos procesados.

Recomendamos una alimentación balanceada que incluya:

• Frutas y verduras de temporada, así como vegetales legumbres y frutos secos.
• Carnes magras, sobre todo pescados de agua fría como salmón o trucha.
• Alimentos ricos en probióticos como yogurt natural, tofu y kéfir. Recuerda que también puedes consumir probióticos en sus presentaciones farmacéuticas, siempre bajo prescripción médica, para asegurar que recibes la dosis y presentación adecuadas.
• Una correcta hidratación con agua natural, no menos de dos litros al día.

Para quienes han padecido Covid-19 y ya lo han superado, recuperar la estabilidad de la Microbiota intestinal es básico para una mejor recuperación, ya que tanto la fiebre como la diarrea y la ingesta constante de medicamentos disminuyen la calidad y cantidad de microorganismos que la forman, pudiendo debilitar el sistema inmunológico y dejando vulnerable el organismo ante otro tipo de enfermedades oportunistas.

Sabemos que la situación que atravesamos te mantiene en constante alerta, pero recuerda que es muy importante seguir las recomendaciones médicas y tratar de mantener la calma; aprovecha esta pausa para alimentarte sanamente, cuidar tu microbiota intestinal, leer, meditar y disfrutar a tu familia, esto no sólo te ayudará a mantener la salud física, sino también la emocional y con ello le permitirás a tu sistema inmunológico permanecer en equilibrio para que, en caso de ser necesario, pueda enfrentarse a los retos con mayor facilidad.