Post

Desmitificando los probióticos

por Floratil | 24 febrero, 2021 | 0 comentarios
Woman holding an idea icon and using a laptop

Durante los últimos 50 años, el desarrollo acelerado de investigaciones acerca de la Microbiota Intestinal y su impacto en la salud humana ha desatado un “boom” de productos que se ostentan como probióticos y prometen todo tipo de beneficios. Esto ha ocasionado que el bombardeo mediático se incremente cada vez más y los centros comerciales se llenen de los llamados “alimentos funcionales” y “suplementos alimenticios”.Como hemos explicado en otras entradas, la Microbiota Intestinal está compuesta por millones de microorganismos benéficos que ayudan a tu organismo a desempeñar de forma correcta sus funciones, sin embargo, son susceptibles a verse afectados por una mala alimentación, la constante prescripción de antibióticos y otros fármacos o hábitos nocivos en el estilo de vida como fumar, tener una vida sedentaria, entre otros.

Tipos de probióticos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a los probióticos como “microorganismos vivos que, consumidos en cantidades adecuadas, ejercen un efecto benéfico a la salud en el organismo que los hospeda”.

Actualmente en el mercado hay dos tipos de probióticos:

  • Levaduras: Como Saccharomyces boulardii CNCM I-745 (un tipo de hongo), considerado natural porque proviene de la cáscara de lychee y del mangostán; alcanza su potencial máximo a los 37°, así que resiste sin problemas la temperatura al interior de nuestro cuerpo; asimismo, son resistentes a los ácidos gástricos y sales biliares del sistema digestivo y por ser un hongo es resistente a la acción de los antibióticos, por lo que puede consumirse al mismo tiempo que el tratamiento.
    Saccharomyces boulardii CNCM I-745 está considerado el primer medicamento probiótico en el mundo, avalado por cientos de estudios y ensayos clínicos y farmacológicos.
  • Bacterianos: Son lactobacilos y bifidobacterias generalmente, que suelen ser añadidos a alimentos procesados o suplementos alimenticios; si bien, existen dentro del tracto gastrointestinal pueden ser cultivados fuera del cuerpo para su comercialización. Se utilizan sobre todo durante episodios de diarrea y su principal desventaja es que pueden ser susceptibles al ser administrados junto con antibióticos.

→ También podría interesarte: «¿Todos los probióticos son iguales? Una guía para elegir el mejor».

¿Realmente sirven?

Sí; aunque tal es la fama que han ganado los probióticos, que es necesario detenernos un momento a revisar su verdadera utilidad y analizar si todo lo que encontramos en el mercado bajo la etiqueta de “probióticos” puede ser considerado como tal.

Las presentaciones más comunes, aunque no siempre las más recomendables, son los alimentos lácteos fermentados, los cuales basan su composición en lactobacilos y bifidobacterias; sin embargo, una reciente investigación realizada por la Procuraduría Federal del Consumidor en México descubrió que muchos de estos productos no son lo que dicen.

Si bien estos productos están adicionados con bacterias benéficas, es poco probable que éstas realicen su labor al ingerirlas, ya que para que funcionen deben demostrar mediante estudios especiales que efectivamente se mantienen  vivas al llegar a nuestro tracto intestinal y cumplen con ciertas características como:

  • Basarse en leche fermentada. Lamentablemente muchos de ellos contienen mayor cantidad de agua.
  • La temperatura. Debido a que los lactobacilos deben mantenerse en refrigeración, el sistema de distribución de muchos de estos productos no respeta la cadena de frío y por lo tanto cuando llegan a tus manos, los microorganismos ya no están vivos.
  • Un alto contenido de azúcares. Con el propósito de hacerlos más apetecibles, sobre todo entre la población infantil, se han añadido edulcorantes y saborizantes lo cual, lejos de ser benéfico, incrementa el aporte calórico y puede causar inflamación.

Lo más recomendable, como hemos insistido, es consultar con tu médico para que sea un profesional quien te prescriba la presentación farmacéutica más adecuada y sobre todo aquella que realmente mantenga las condiciones óptimas que requieren los microorganismos benéficos para cumplir con su función.

Consumir probióticos te ayuda a mantener un excelente estado de salud y recuperarte más rápido de muchos padecimientos gastrointestinales, sobre todo aquellos causados por los antibióticos; sin embargo, no te dejes sorprender por productos que en la teoría te ofrecen mucho y en la realidad te aportan poco o nada.

¡Que nada te detenga!

→ Lectura recomendada: «Uso de los probióticos en la salud».