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Beneficios de la leche materna en la Microbiota Intestinal

por Floratil | 24 febrero, 2021 | 0 comentarios
Mother holds newborn boy on her arms while she feeds him

Cuando recibimos la feliz noticia de que un bebé llegará a nuestras vidas nos preparamos de todas las formas posibles para recibirlo con lo mejor: planeamos desde el parto hasta el nombre, pasando por los muebles de la habitación, la ropita y, por supuesto, el médico pediatra que lo tratará y en muchas ocasiones incluso su entrada a la universidad.

Como padres queremos lo mejor para nuestro pequeño. Pero, además de todo lo que ya has planeado, te has preguntado, ¿cómo blindarlo para que tenga una vida saludable? Aquí te explicaremos cuál es el método infalible para lograr que tu pequeño tenga el mejor comienzo en la vida y, por lo tanto, un buen estado de salud; y, cuando nos referimos a un método infalible, por supuesto estamos hablando de la maravillosa leche materna.

Características y beneficios

La leche humana no es una simple colección de nutrientes, sino un producto vivo de gran complejidad biológica, activamente protectora e inmunomoduladora que estimula el desarrollo adecuado de tu bebé. La Organización Mundial de la Salud recomienda que se lleve a cabo de manera exclusiva, es decir, sin agregar ningún otro alimento o bebida, durante los primeros 6 mese de vida y posteriormente complementaria hasta los 2 años.

La leche materna por lo tanto, es el alimento ideal para el recién nacido,  porque además de contener todos los nutrientes que necesita, contiene moléculas como anticuerpos, necesarios para brindarle desde el primer momento un “escudo” que le permitirá un desarrollo saludable.

La leche humana tiene dos fases principales:

  • El calostro: Es el primer líquido que sale del seno materno, está compuesto por proteínas, anticuerpos y beta-carotenos, además de una baja cantidad de lactosa y grasa. Se recomienda que el bebé lo tome máximo 60 minutos después de haber nacido.
  • Leche madura: Está compuesta por las cantidades idóneas de hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales, vitaminas, enzimas digestivas, hormonas y anticuerpos; así como el agua necesaria para mantener al bebé hidratado.

La composición de la leche materna se va modificando a medida que el bebé la toma y se adecúa a sus necesidades, por ello en un principio es muy aguada y poco a poco se va espesando para incorporar la grasa y demás nutrientes que el pequeño necesita.

Si bien, las fórmulas lácteas pueden brindar una buena nutrición a tu bebé, las propiedades de la leche materna son mucho mayores ya que, entre muchos otros beneficios, favorece el correcto desarrollo de la Microbiota Intestinal (antes llamada Flora Intestinal) y, cuando tenemos una Microbiota Intestinal equilibrada, fuerte y saludable, podemos observar un impacto favorable en la salud del lactante a corto, mediano y largo plazo; esto es porque la Microbiota Intestinal equilibrada propicia:

  • El desarrollo de un sistema inmunológico fuerte.
  • La reducción del riesgo de padecer alergias.
  • La reducción del riesgo de desarrollar Diabetes Tipo 1, 2 y padecer obesidad.
  • El crecimiento y desarrollo intelectual saludable.

Microbiota intestinal equilibrada para un sistema inmunológico fuerte

Como ya hemos comentado, las bacterias maternas empiezan a colonizar el sistema gastrointestinal del bebé desde el parto y ahora tenemos evidencia de que esto continúa durante el tiempo que el pequeño es alimentado al seno materno para que los microorganismos puedan “enseñar” al joven sistema inmunológico a distinguir entre microbios y moléculas “buenas y malas” y a defenderse en consecuencia.

Recientes investigaciones han determinado que a través de la leche materna, el recién nacido recibe bacterias y oligosacáridos  que ayudan a establecer una Microbiota intestinal equilibrada, fuerte y saludable.  Se ha observado también que,  entre más leche materna consume el bebé, la Microbiota de su sistema gastrointestinal cada vez se vuelve más compleja, fuerte y diversa.

Asimismo, al iniciar la ablactación (inclusión de alimentos sólidos) y continuar tomando leche materna se experimenta una complementariedad que fortalece aún más la Microbiota intestinal y por ende al sistema inmunológico para beneficio de la salud de tu bebé.

Como puedes ver, amamantar a tu bebé es la mejor recepción que puedes darle al nacer, ya que lo provees de lo necesario para enfrentar los desafíos de la salud, sobre todo en este momento, cuando las enfermedades están a la orden del día.

Te recomendamos procurar la fortaleza de tu propia Microbiota intestinal, sobre todo durante tu embarazo, consumiendo una dieta sana y equilibrada rica en fibra e incluir probióticos, ya sea los que contienen algunos alimentos fermentados o, para ser más eficaz, los que tu médico te recomiende en presentaciones farmacéuticas. De esta manera asegurarás el perfecto balance de calidad y cantidad universo de microorganismos que habitan en tu intestino y el de tu bebé.

Y, por si fuera poco, la lactancia materna no sólo beneficia a tu bebé y a su Microbiota Intestinal, sino que también tiene múltiples beneficios para tu salud. Algunos de ellos son:

  • Disminuye el riesgo de hemorragia después del parto
  • Promueve que el útero regrese a su tamaño normal
  • Ayuda a que recuperes más pronto tu peso normal
  • Disminuye el riesgo de presentar enfermedades crónicas futuras como:
    – Artritis reumatoide
    – Diabetes tipo 2
    – Hipertensión arterial
    – Cáncer de mama

¡Si das lactancia materna, tu salud y la de tu recién nacido te lo agradecerán!