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De la flora a la Microbiota Intestinal

por Floratil | 23 febrero, 2021 | 0 comentarios
3D medical background with DNA strands and virus cells

¿Cuántas veces has escuchado el término Flora Intestinal? Sí, muchas, pero ¿de dónde viene y por qué debemos olvidarnos de él? La respuesta es: porque es obsoleto y limitado.

El descubrimiento de los “animáculos” realizado en 1683 por Anton van Leeuwenhoek en el tracto gastrointestinal, con un microscopio que el mismo inventó, fue el primer vistazo a tan importante hallazgo. Como en ese entonces no sabían lo que eran y haciendo referencia a los dos grandes reinos en que Aristóteles había dividido a los seres vivos: ‘fauna’ para el reino animal y ‘flora’ para el reino vegetal, determinaron llamarlo “Flora Intestinal”, ya que ciertamente lo que veían no eran animales.

Dos siglos más tarde, en 1861, el francés Luis Pasteur descubrió las bacterias intestinales anaerobias, posteriormente el ucraniano Ilya Metchnikov, ganador de Premio Nobel de Medicina en 1908, aseguraba que las bacterias ácido-lácticas brindaban beneficios a la salud y hasta promovían la longevidad.

Fue hasta 2001 que el estadounidense Joshua Lederberg, acuñó el término “Microbiota”, sin embargo, se seguía hablando de “flora intestinal” cuando se trataban temas referentes a las colonias de microorganismos que habitaban el tracto digestivo. El término se siguió usando de forma común hasta finales de los años 1990´s, pero en el 2014, los científicos determinaron definitivamente referirse a ella como “Microbiota Intestinal”.

¿Qué es y cuál es su importancia?

Llamamos Microbiota al conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, arqueas, virus y parásitos) que se encuentran en nuestro cuerpo. Éstos se dividen en comensales, mutualistas y patógenos.

La Microbiota se localiza en diferentes partes del organismo, principalmente en la piel y las mucosas del tracto respiratorio, de la vagina y del tracto digestivo. Esta última es quizás la más importante y variada, pues alberga ecosistemas microbianos muy complejos cuyo comportamiento está íntimamente ligado al correcto funcionamiento tanto del tracto gastrointestinal como del cuerpo en general.

En años recientes se ha descubierto una importante interacción entre la microbiota, el intestino y las neuronas que conectan el intestino con el cerebro y han demostrado que estos microorganismos benéficos son fundamentales para que esta comunicación entre el cerebro y el intestino se lleve a cabo.

La calidad de la Microbiota Intestinal depende de:

  • La forma de nacimiento: ya sea por parto natural o por cesárea.
  • La alimentación: siempre es mejor cuando es balanceada, rica en frutas y verduras y no basada en carbohidratos, azúcares o grasas.
  • Los hábitos de higiene: algunos productos de limpieza utilizados excesivamente pueden disminuir la cantidad de microorganismos benéficos y hacernos vulnerables a los patógenos.
  • Los medicamentos, sobre todo antibióticos.

El papel primordial de la Microbiota Intestinal es mantener el cuerpo sano, ya que se encarga de:

  • Prevenir que el organismo sea colonizado por microorganismos patógenos.
  • Estimular el sistema inmunológico.
  • Ayudar al cuerpo a sintetizar las vitaminas B y K.
  • Agilizar la digestión y aprovechamiento de los nutrientes de los alimentos.

¿Cómo conseguir una Microbiota Intestinal robusta y saludable?

Para mantener un óptimo estado de salud es necesario que tu Microbiota Intestinal sea balanceada en su composición de bacterias, levaduras y hongos, para ello es necesario:

  • Mantener un estilo de vida sano.
  • Practicar ejercicio de forma regular, esto no significa que deba ser intenso.
  • Dormir por lo menos ocho horas diarias.
  • Alimentarse de forma sana y variada.
  • Consumir antibióticos sólo en caso necesario y proteger la Microbiota Intestinal con probióticos durante y después del tratamiento

La mejor defensa de tu cuerpo contra diversas enfermedades que, según diversos estudios científicos, pueden ir desde la diarrea hasta la diabetes tipo 2, la obesidad o incluso la depresión, es una Microbiota Intestinal balanceada. Lograrlo te permitirá mantener una excelente calidad de vida. ¡Cuida tu microbiota, tu cuerpo te lo agradecerá!