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CUIDADO, NO TODOS LOS PROBIÓTICOS SON IGUALES. TE EXPLICAMOS…

por wordpressuser | 19 julio, 2022 | 0 comentarios

Estamos seguros de que alguna vez te ha pasado que, quejándote de algún malestar intestinal o inclusive quejándote de un malestar -no intestinal- alguien te ha dicho “pues, toma probióticos” y tú lo piensas, y cuando por fin te decides a ir a comprarlos, no sabes ni por dónde empezar, ni a donde voltear y todo resulta muy confuso. Y es que las personas nos estamos interesando cada día más por esta comunidad viva de microorganismos (bacterias, virus, hongos, parásitos, entre otros) que viven en nuestro cuerpo. Antes, la conocíamos como Flora Intestinal pero ahora, la conocemos como Microbiota intestinal y creemos que la gente ahora se atreve a recomendarte que tomes probióticos porque comenzamos a entender la importancia de cuidarla y de mantenerla en equilibrio.

Sin embargo, es importante tener cuidado. Los probióticos no son dulces. No todos los probióticos que existen en el mercado son iguales, ni seguros, así que en este blog te vamos a explicar que es un probiótico, que tipos de probióticos existen y en que fijarte al comprar un probiótico.

¿QUÉ ES UN PROBIÓTICO?

Vamos a empezar por definir que un probiótico es un microorganismo vivo, que cuando se administra en cantidades adecuadas, confiere un beneficio a la salud de quien lo consume[1], es decir, en el lenguaje de los mortales, es muy importante que el ‘bicho’ que vamos consumir esté:

  1. VIVO, si no está vivo en realidad no nos serviría de nada consumirlo.
  2. Que venga en la CANTIDAD adecuada. A veces nos asombramos con la cajas o frascos de probióticos que dicen que tienen millones o billones de unidades formadoras de colonias ó UFCs, pero no nos dejemos llevar por eso, ya que cada probiótico debe ser estudiado en su dosis, no por tener más UFCs el probiótico es mejor.
  3. Que efectivamente dicho probiótico haya demostrado que funciona, otorgando un EFECTO POSITIVO EN LA SALUD de la persona que lo consume.

¿QUÉ TIPOS DE PROBIÓTICOS EXISTEN?

Los probióticos están presentes de manera natural en una gran cantidad de alimentos, sobre todo, en los alimentos fermentados por procesos naturales. Es ideal que estos alimentos sean parte de una alimentación completa saludable y equilibrada ya que contribuyen a la salud de la Microbiota intestinal. Sin embargo, existen ocasiones en las que es necesario acudir a probióticos en presentación farmacéutica; es decir, en tabletas, cápsulas o sobres con polvo, principalmente.

El objetivo principal de un probiótico es contribuir a la salud y equilibrio de tu Microbiota intestinal y cuando tu Microbiota intestinal esta dañada, el principal síntoma puede ser la horrorosa diarrea, por eso, la muchos de los probióticos en presentación farmacéutica se han usado precisamente para la regulación de episodios diarreicos.

Ahora, de los probióticos en presentación farmacéutica, podemos encontrar dos tipos; bacterianos y levaduras.

Probióticos bacterianos

Son los más abundantes en el mercado y los vas a encontrar generalmente como lactobacilos o como bifidobacterias. Existen muchísimas especies pertenecientes a ambos géneros. Generalmente los probióticos bacterianos han sido utilizados para la regulación de episodios de diarrea, pero también existen cepas probióticas bacterianas que han sido estudiadas para prevenir y/o tratar condiciones como estreñimiento, síndrome de intestino irritable, prevención de enfermedades respiratorias y fortalecimiento del sistema inmunológico.

Es importante mencionar que los probióticos bacterianos tienen una gran desventaja y es que cuando se administran junto con antibióticos no sobreviven. ¿Recuerdan que dijimos que un probiótico debe estar vivo para ejercer un efecto benéfico en la salud de la persona que lo consume? Bueno, si administramos un probiótico con un antibiótico, este morirá, y es por esta razón que los probióticos bacterianos no deben de ser considerados en este caso en particular.

Probióticos de levadura (las levaduras son un tipo de hongo)

Solamente existe un probiótico de levadura en el mercado en México y lo vas a encontrar como Saccharomyces boulardii. Esta levadura proviene de la cascara de lychee y del mangostán, por lo que es de origen natural y ha sido utilizado principalmente para prevenir y tratar la diarrea de cualquier tipo, incluyendo la diarrea asociada al tratamiento con antibióticos ya que, por ser un hongo, no muere al administrarse junto con ellos. Esto le confiere una gran ventaja. Además, también se ha utilizado para prevenir y tratar el desequilibrio de la Microbiota intestinal ayudando a repararla y por lo tanto ayudando a estimular y fortalecer el sistema inmunológico. Saccharomyces boulardii CNCM I-745 es la cepa presente en Floratil y es el probiótico más estudiado por la comunidad científica.

¿EN QUÉ FIJARNOS AL COMPRAR UN PROBIÓTICO?

Es muy importante que sepas que cada cepa probiótica posee propiedades específicas. No existe un probiótico universal que ayude para todo, es decir, a cada problema de salud le corresponde un probiótico que haya sido estudiado adecuadamente y haya probado su efectividad en estudios que tengan evidencia científica para respectivo padecimiento.

Lo ideal es que cuando quieras consumir un probiótico, consultes a tu médico. No te dejes llevar por cualquier probiótico. No es que sean “malos” sino que existen muchos probióticos que se comercializan que no cuentan con estudios que demuestren su efectividad y seguridad.

CONCLUSIÓN

Lo ideal es que consultes a tu médico.Pero si no lo vas a hacer, te recomendamos que por lo menos te fijes en dos cosas:

  1. Que el probiótico que vas a comprar tenga nombre y apellido. Ejemplo: Saccharomyces boulardii (nombre) CNCM I-745 (apellido). Esto significa que la cepa está identificada, estudiada y registrada y que sus efectos se han demostrado científicamente.
  2. Si vas a tomar un antibiótico junto con un probiótico, este sea de levadura.

[1] FAO/OMS, 2002.